Domingo 16° Tiempo Ordinario. Ciclo B. Domingo 18 de julio de 2021

Domingo 16º Tiempo Ordinario. Ciclo B. domingo 18 de julio de 2021

Jer 23, 1-6                                        “Reuniré el resto de mis ovejas y suscitaré para ellas pastores”

Ef 2, 13-18                                       “Cristo es nuestra paz”

Mc 6, 30-34                                      “Eran como ovejas sin pastor

Evangelio

Al regresar de su misión, los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.

Él les dijo: «Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco». Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer. Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto. Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos.

Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.

Comentario

Descansar un poco

Este pasaje del evangelio está conectado con el texto del domingo anterior, donde Jesús envió a sus apóstoles a misionar de dos en dos, llevando la buena noticia del Reino a las casas, con el poder de expulsar a los demonios y el don de curar a los enfermos ungiéndolos con oleo.

Al regresar de esta actividad misionera, se reúnen nuevamente con Jesús, seguramente contentos de esta experiencia. Un detalle que trae San Marcos, es que le contaron todo lo que habían hecho y enseñado, también aquellas puertas cerradas de los corazones que no los recibieron.  Había mucha confianza con Jesús, no le ocultan nada, le abren su alma. Esta lección del evangelio es válida también para nosotros. Se trata de contarle todo al Señor, con franqueza y sinceridad, en la intimidad de la oración, nuestras luchas y logros, nuestras penas y alegrías.

Jesús los escucha con atención, pero también se preocupa de su descanso. Habían tenido unas jornadas difíciles, agobiados de la tarea, donde los veía agotados y cansados. Es por eso que los invita a retirarse al desierto, para que junto con la actividad, puedan tener también un legítimo reposo, y retomar fuerzas.

Esta actitud de Jesús, como Buen Pastor, me hace considerar la necesidad del descanso en la vida cotidiana. Podemos hablar de cuatro especies o aspectos del descanso. Primero; el descanso físico, tan necesario para el alma y el cuerpo, horas de sueños, reposo, luego de la intensidad del trabajo. Descuidar esta aspecto, por hacer del trabajo un culto, trae perniciosas consecuencias, personales y familiares, desde el stress hasta la irritabilidad en las relaciones humanas. En el otro extremo podemos abusar del descanso, como tobogán para la pereza, y de este modo asociarse a ese dicho popular: «ama a tu cama, como a ti mismo”

Segundo: el descanso dominical: El tercer mandamiento de Dios, dice: Santificarás las fiestas, y el precepto de la Iglesia, concreta: participar en Misa todos los domingos y fiestas de guardar. El domingo es un día de alegría y de liberación del trabajo. Habrá que defender este espacio como algo importante para la vida personal y familiar, sin hacer tareas innecesarias. El día del Señor, está abierto para que podamos participar activa, consciente y fructuosamente en la celebración de la misa, y realizar vida de familia y servicios solidarios. Que este mandamiento no se convierta en lo que escribió un chico de catequesis en su tercer mandamiento: “Santificarás la SIESTA

Tercero: el descanso espiritual. Podemos comprender en esta expresión, la importancia de los retiros, convivencias o encuentros, para llenar del alma de Dios, revisar la vida y poner a punto el espíritu para retomar con nuevos bríos la fe cristiana. Dios quiera que cada uno pueda decidirse a tener en el año este espacio que tanto bien hacen los creyentes.

Cuarto: el descanso en Dios. Ante tantos problemas que puede haber en la vida, que podamos poner todas las preocupaciones y proyectos en manos del Señor, que es una manera de descansar en Dios, y confiar en El nuestro apostolado. La antífona del Salmo responsorial es una respuesta a esta realidad: El Señor es mi Pastor, nada me puede faltar. Haciendo este pacto de Fe en Jesús, es una manera de descansar en Dios

Como ovejas sin Pastor

La primera lectura del Profeta Jeremías, habla de los malos pastores o malos dirigentes, que pierden y dispersan el rebaño. El profeta también anuncia la venida de un germen justo, un rey prudente, que encarnará el Hijo de Dios, el mismo Jesús, como verdadero Pastor de su pueblo, y pastores que las apacentarán, anuncio de los doce apóstoles que Jesús, irá formando como conductores, guías y testigos del Pueblo de Dios. Hoy los pastores, a imagen de los cuidadores de ovejas, son los Obispos, sucesores de los apóstoles, y junto con ellos los presbíteros, sus colaboradores inmediatos. Los textos traen algunas cualidades importantes que los tienen que destacar, o como metas de santidad. En primer lugar, dice San Pablo, la búsqueda de la unidad, de la paz y de la reconciliación. Dice el Apóstol:

“Así creó con los dos pueblos un solo Hombre nuevo en su propia persona, restableciendo la paz, y los reconcilió con Dios en un solo Cuerpo, por medio de la cruz, destruyendo la enemistad en su persona”.

En segundo lugar, la importancia de estar al servicio de la gente, renunciando a veces al propio descanso, como lo hizo el Señor:

“Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella”

En tercer lugar, la necesidad de catequizar o dar formación. Hay mucha hambre de Dios, hambre de conocimientos, necesidad de orientación y aclaración de temas. Ante tanta ignorancia y abandono de la fe, Jesús se preocupa de enseñar:

“Porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato”

Jesús como formador de Pastores, no descuida a los apóstoles, multiplicándose en ellos a través de la misión, y buscando un descanso reparador, pero tampoco descuida a la multitud que estaba como ovejas sin Pastor, dándoles también formación

Que este evangelio nos motive a vivir esta palabra

Padre Luis Alberto Boccia. Cura Párroco. Parroquia Santa Rosa de Lima